Qué hacer con tus finanzas en momentos de incertidumbre

Estamos viviendo unos momentos complicados en nuestras vidas; debemos quedarnos en casa y para la mayoría de nosotros es la primera vez que no podemos salir y hacer una vida normal.

Por ello, desde Padilla y Martín queremos desear lo mejor para todos y agradecer a todo el personal sanitario el enorme esfuerzo que están haciendo en estos momentos, así como al resto de trabajadores y colectivos que día a día hacen más fácil este confinamiento.

No es la primera vez que hay una pandemia en el mundo, sólo debemos echar un vistazo a la historia para comprobar que ha habido varias e incluso más graves que la de la COVID-19 que estamos viviendo. Y eso es debido, sobre todo,  al desarrollo de ámbitos que en nuestra sociedad damos por supuestos, como es la sanidad, la vacunación o unas correctas medidas de higiene.

Si tenemos la suerte de no estar afectados directamente por la enfermedad, sí es posible que nos veamos influidos por la situación actual en lo que respecta a nuestras finanzas personales.

Es por ello por lo que, cuando en el ejercicio de la Planificación Financiera Personal se establece un plan, este plan debe ser hecho con el objetivo, entre otros, de poder prever momentos de incertidumbre y dificultades.

Estos momentos pueden afectar especialmente a dos aspectos del plan, como son las necesidades y objetivos a corto plazo y la evolución de las inversiones.

Necesidades a corto plazo

Cuando se pone en marcha un plan financiero personal, una de las primeras cosas que hay que implementar es el fondo de emergencia. ¿Y qué es un fondo de emergencia? Pues precisamente uno destinado a imprevistos, acontecimientos inesperados, etc, y cuya cantidad debería ser de 3 a 6 meses de ingresos mensuales, dependiendo de cada circunstancia familiar.

De esta forma, cuando surge el imprevisto, como es el caso de esta pandemia que puede acarrear pérdida de ingresos o incluso del puesto de trabajo,  este fondo de emergencia debe ayudar para poder pasar estos momentos, o al menos, hacerlos un poco menos complicados.

Inversiones

En cuanto a las inversiones, se ponen en marcha con la finalidad de ayudar a conseguir las necesidades y objetivos vitales que tienen las personas. Por ello, pueden ser a corto plazo, como las destinadas a unas vacaciones u objetivos a largo plazo, como puede ser la jubilación.

Cada objetivo tiene asociada una inversión;  las de corto plazo, debe de ser una inversión que no tenga volatilidad, es decir, que en periodos como los actuales, no sufra ningún daño ni deterioro.

Sin embargo, si hablamos de las de largo plazo, es decir, la destinadas por ejemplo a la jubilación, debería estar invertido en renta variable, que es la inversión que más sufre en estos momentos. Esto puede causar dudas en el inversor, pero nuestro consejo es muy simple: hay que seguir estrictamente el plan financiero personal existente, que está hecho precisamente para situaciones de incertidumbre como la que estamos viviendo.

Y es que es en circunstancias como las actuales en las que el Planificador Financiero Personal debe de estar, más que nunca, al lado de sus clientes.